A lo largo del viejo camino encontramos áreas de pequeños campos agrícolas cultivados en bancales, que aprovechan los mejores suelos aluviales formados por la erosión y los depósitos fluviales. Son las vegas agrícolas, normalmente contiguas o cercanas al núcleo habitacional, donde persiste la agricultura de subsistencia. Los cultivos temporarios están destinados a satisfacer las necesidades de las familias, así como a alimentar a los animales. Las pequeñas parcelas agrícolas confrontan con espacios forestales, cuyos recursos también han sido utilizados de forma tradicional a lo largo de varias generaciones.

En este mosaico agroforestal se destaca el trazado formado por numerosos caminos de acceso a los campos agrícolas y a los núcleos poblacionales, mayoritariamente flanqueados por muros de piedra.