El río Arado corre en un perfil fluvial encajado en forma de escalera, formando numerosas cascadas y pequeñas lagunas. La cantidad de agua que transporta depende mucho de la cantidad y frecuencia de las lluvias, siendo que en períodos de lluvia abundante presenta una extraordinaria fuerza erosiva, como lo comprueban los bloques graníticos depositados a lo largo de la vertiente y en el propio lecho.

A pesar de ser extremamente rocoso, en esta zona del valle del río Arado existe una interesante diversidad de especies vegetales, incluyendo plantas características del clima mediterráneo. Por otro lado, la presencia de oliveras (plantadas) en este local aparentemente inhóspito, muestran la habilidad con que las comunidades residentes han utilizada la sierra a lo largo de varias generaciones.