La pequeña aldea de Azevedo está ubicada a unos 600 metros de altitud, en la ladera de la margen derecha del río Cávado, posicionada hacia el este, como su pequeña vega de cultivo que permite a las pocas familias residentes practicar una agricultura de subsistencia.
Aparentemente de espaldas hacia la sierra de Gerês, ha sido de allí que, a lo largo de generaciones, la comunidad ha obtenido los mayores ingresos, ya sea por el pastoreo y otras actividades económicas complementares (como la apicultura), o mediante el uso de los recursos de los terrenos baldios[1], a saber, madera, piedra, pastos, entre otros.
[1] En Portugal y en Galicia un baldio es un terreno detenido y gestionado por una comunidad local. El concepto existe en otras regiones con nombre como bien comunal o procomún