En las márgenes del río Mouro hay una zona boscosa, con varias especies de árboles, en donde predominan el abedul, el pino silvestre y otros árboles resinosos exóticos (especies originarias de otros países) que fueron plantados por los Servicios Forestales antes de la creación del Parque Nacional. La mezcla de varias especies de árboles proporciona una buena luminosidad en el interior del bosque que, aliada a la presencia del río y a la humedad relativamente constante, favorecen el cubierto herbáceo y las túnicas de musgo, casi siempre verdes, dándole un cierto bucolismo a toda esta zona. A nivel de la fauna, pueden observarse el lagarto verdinegro, el petirrojo europeo, el mito, el carbonero garrapinos y la ardilla común.