Cruzamos el río Cávado por un viejo puente de madera, construido por los servicios del Parque Nacional. El río fluye en su lecho natural, presentando una franja de vegetación ribereña, con presencia de sauces y robles. El caudal y la fuerza del agua varían ampliamente entre estaciones, pudiendo transportar gran cantidad de agua en épocas de mayor precipitación.