En la pintoresca aldea de Cela encontramos la tipicidad de los pueblos y de las gentes del Barroso. Se destacan sus casas en granito, algunas de las cuales aprovecharon los afloramientos rocosos como pared, y otros pormenores de los aglomerados rurales como la fuente y el lavadero comunitario, el crucero en el centro de la aldea y los campos agrícolas a su alrededor.