La sierra de Soajo es, desde tiempos remotos, un territorio de pastoreo, de agricultura y de explotación de recursos naturales, especialmente del agua, de la leña y de la piedra. En el paisaje se destacan elementos construidos por el Hombre que colocan en evidencia esa utilización, como los corrales, delimitados por muros de piedra, donde el ganado se abrigaba y pastaba.
Muchas de estas construcciones mantienen su función, sufriendo apenas pequeñas intervenciones de manutención, realizadas de generación en generación.
Los corrales de montaña, las brandas del ganado y los respectivos abrigos, así como los caminos del pastoreo, son elementos que forman parte del paisaje de las sierras integradas en el PNPG.