El mirador de Ermida es un punto de paraje obligatorio. Desde aquí contemplamos la extraordinaria escalinata de campos en bancales que envuelve al pueblo. Tenemos también la clara noción de que nos encontramos entre dos valles profundos, a la izquierda el valle del arroyo de Carcerelha y a la derecha el del río Froufe. Al fondo, vemos el majestuoso río Lima y hay quienes afirmen que se consigue avistar el mar.