La aldea de Germil ubicada a unos 600 metros de altitud, es un pueblo típico de montaña, con viviendas en piedra, bastante concentradas, encajadas donde la topografía de la cabecera del Río de Germil lo permite. La aldea está estructurada alrededor de sinuosos caminos empedrados que desembocan en pequeñas eras y largos. Esta aldea de raíz Medieval, que en tiempos se llamó São Vicente de Germil, tiene un vasto patrimonio cultural, sobre todo de valor etnográfico. Se encuadra en una magnífica composición de cultivos en bancales, fundamental para la exploración agrícola de las laderas. Aquí predomina una agricultura intensiva de subsistencia, en parcelas de pequeña dimensión, generalmente muradas. En los alrededores del pueblo puede apreciarse el mosaico agroforestal, donde la vega agrícola es interrumpida por pequeños bosques de roble común.