La aldea de Paredes do Rio presenta una elevada riqueza de patrimonio arquitectónico, sujeto a recuperaciones, siendo una de las aldeas mejor preservadas del Parque Nacional da Peneda-Gerês. Es una aldea en donde la artesanía, las costumbres y las tradiciones se mantienen vivas, aunque los artesanos sean pocos y muy mayores. Del patrimonio construido se destacan el horno del pueblo, los canastros (hórreos), el conjunto de molinos de agua, las antiguas estructuras de regadío y el batán, utilizado en el pasado para hacer buriel. El batán de Paredes do Rio fue recuperado por iniciativa del Parque Nacional y hoy día es utilizado y preservado por la comunidad local, en donde un responsable de la aldea se encarga de abrir la puerta a las personas que pretenden visitarlo.