El territorio montañoso del norte de Portugal se caracteriza por la presencia constante de la fe. Iglesias, capillas, alminhas[1], cruceros, calvarios y santuarios son elementos que marcan el paisaje y materializaciones de la fe de los habitantes de estas tierras agrestes.
La capilla de Pincães es un símbolo de esa fe. La capilla fue mandada construir por Paulino José da Costa, mejor conocido por brasileiro da Costa, que nació en Pincães, freguesia[2] de Cabril. Muy joven partió hacia Brasil, para la ciudad de Río de Janeiro, donde fue un comerciante exitoso y fundador de la Asociación de Comerciantes de la ciudad de Río de Janeiro. El benemérito Paulino José Costa visitaba muchas veces a su familia y a su tierra natal. Ofrecía siempre chales bordados a todas las mujeres de la aldea y boinas a los hombres.
[1] Petos de Ánimas (en Galicia)
[2] representa un municipio de menor entidad administrativa y elección directa. Tiene un área equivalente al de una parroquia.