La inverneira de Podre se sitúa muy cerca de la Assureira, siendo que las dos prácticamente forman un único conjunto poblacional, separadas por pocos metros repletos de campos de cultivo o pastizales y un pequeño bosque de roble.
Es un lugar muy pequeño, formado por aproximadamente una decena de viviendas, donde se manifiestan las señales de la despoblación y la desapropiación de la residencia de las inverneiras. En efecto, la transformación demográfica y socioeconómica, sobre todo en lo que se refiere al abandono de la actividad agropecuaria, se reveló de forma dramática en las inverneiras que poco a poco dejan de ser ocupadas por sus habitantes estacionales, pues muchas familias han optado por mejorar la casa de la Branda para ser su vivienda permanente.
Sin embargo, ninguna contrariedad roba la belleza de estos lugares. Por su marco paisajístico, por la biodiversidad, por su patrimonio construido y por su cultura e historia singulares, las inverneiras serán siempre lugares muy especiales.