Nos encontramos en el puente medieval de Bordença, testimonio de la antigüedad de la branda y de la importancia de este camino como ruta de trashumancia hacia las brandas, pero también hacia los lugares de culto que abundan por estas sierras (Sr. da Paz, Sr.ª da Peneda, S. Bento do Cando).
En el arroyo de Bordença, un afluente del río Adrão, podemos apreciar las características de los cursos fluviales de montaña, formando un valle en “V” bastante encajado, canal de desagüe relativamente estrecho, originando las escorrentías turbulentas y aguas blancas en los periodos en que transporta mayor cantidad de agua. El arroyo de Bordença recibe aguas del arroyo de João Cão y del torrente de la Baja, cuyas nacientes están en las cotas más elevadas de la sierra de Soajo, a 1370 metros de altitud, junto al pico de la Pedrada (1416 metros).