Atravesamos el río de la Ponte a través de un pontezuelo de losas graníticas, semejante al que usamos para pasar el cruzar el arroyo de Mulas, a escasos metros de aquí.
Acompañando los cursos de agua, comienzan a surgir las áreas cultivadas, ocupadas con viñedos y otras culturas de subsistencia de la comunidad local, en mosaico con zonas de matos y pequeños bosques.