São Lourenço convive con el verde de los campos y bosques que rodean la aldea, teniendo cerca la sierra de Gerês, que le da una belleza paisajística digna de apreciar. El aglomerado se dispersa entre el núcleo de casas más antiguas, que están más concentradas, y las construcciones más recientes que van acompañando los principales accesos a la aldea. Es un centro rural en donde las actividades relacionadas con el ganado, los campos, el ahumado tradicional, la miel y la artesanía ocupan el cuotidiano de los que aquí viven y trabajan.