Ubicado a una altitud de 750 metros, el lugar de Sirvozelo fue creciendo entre grandes bloques de granito que a veces se confunden con las propias casas. La aldea está muy bien preservada y mantiene la construcción y edificado típico de la región. En un paseo por la aldea podemos apreciar la arquitectura de las casas tradicionales, los hórreos, las calzadas, la fuente, la capilla y el espacio público para que los habitantes socialicen. El lugar está rodeado de lameiros[1] y campos agrícolas bien cuidados, y por pequeños bosques de robles con varios especímenes centenarios, formando un mosaico agroforestal rico en biodiversidad.
[1] Pastizales seminaturales húmedos de regadío