Esta etapa conecta Germil a la población de Brufe, recorriendo unos cuatro kilómetros y medio por viejos senderos y caminos en plena sierra Amarela. Es una ruta relativamente corta, ideal para familias o para aquellos que prefieran cortas distancias y no caminar durante horas consecutivas.
Además del interés paisajístico y natural, esta ruta revela un patrimonio cultural y etnográfico importante, ya que nos da a conocer cuatro aldeas de montaña: Germil, Cutelo, Cortinhas y Brufe.
Esté atento a las marcas y a la señalización vertical del GR50, pues van a surgir varios cruces y bifurcaciones a lo largo de la etapa. Los soportes de señalización vertical del GR50 están identificados y en esta etapa están numerados del 10.1 al 10.26 (placa con código numérico colocada en el poste de bandejas direccionales e informativas o en balizas).
Después de visitar Germil tomamos la vieja calzada y, siguiendo la señalización del GR50, salimos de la aldea por el lado este (naciente), pasando un portillo para contención del ganado que pastorea libremente en la sierra. Deje el portillo tal como lo encontró.
Dejamos atrás la aldea y entramos en un bosque de robles, en mosaico con los cultivos en bancales. Este tipo de mosaico es muy rico en biodiversidad, por lo que es probable que veamos algunas especies de la fauna del Parque Nacional como aves, pequeños roedores y réptiles.
Continuamos por el sendero que bordea el robledal, subiendo ligeramente la pendiente en dirección al puerto de montaña que avistamos en la cima este. Aquí el sendero es demarcado por la depresión del arroyo de Portomalho y por los suaves torrentes temporales que corren hacia el arroyo principal.
Al llegar al puerto de montaña, a 850 metros de altitud, tenemos la posibilidad de avistar los lugares de Cutelo y Brufe, encuadrados en un fantástico paisaje rural de montaña. ¡Fíjese que aquí cruzamos otro camino! Mantenga la dirección.
Después del puerto de montaña comenzamos a bajar hacia Cutelo, a través de una vieja calzada que cruza un pequeño robledal. Entramos en la aldea desde la cima norte y recorremos su calle principal hasta encontrar, en el interior del pueblo, indicación del camino a tomar para Brufe. Al pasar por Cutelo podemos apreciar los bellísimos hórreos que se cruzan en el camino y la arquitectura de las viviendas. Después de pasar la capilla y el portillo del ganado que surge en el camino, cruzamos el área agrícola de Cutelo, muy bien cuidada. Pocos metros más adelante volvemos a pasar dos portillos más, cerca del pontón sobre el arroyo de la Cruz, en los campos de Cortinhas. Estos portillos impiden que el ganado y otros animales accedan a los campos cultivados, por ello, no olvide cerrarlos.
Al salir de la aldea de Cortinhas tomamos el camino agrícola a nuestra derecha, que cruzará la calle municipal un poco más adelante. Cruzamos el asfalto y entramos nuevamente en un camino rural que nos llevará a Brufe, una pintoresca aldea de montaña muy bien preservada, con una ubicación privilegiada hacia el valle del río Homem.
Disfrute del paisaje y del ambiente rural y acogedor de la aldea. Conozca su patrimonio construido, especialmente de valor etnográfico. También encontrará algunos servicios turísticos como restauración y alojamiento.