La etapa se desarrolla entre Sirvozelo y Outeiro, dos aldeas que comparten la vista hacia el embalse de Paradela. Tiene una extensión de 11 kilómetros, realizados mayoritariamente en caminos rurales, pasando por los lugares de Loivos, Fiães do Rio y Paredes do Rio. En el sendero destaca la diversidad paisajística, revelando a cada paso algunos de los más bellos escenarios del paisaje rural y del patrimonio cultural de la región del Barroso[1] y del Alto Cávado.
Esté atento a las marcas y a la señalización vertical del GR50, pues van a surgir varios cruces y bifurcaciones a lo largo de la etapa, así como otros senderos marcados. Los soportes de señalización vertical del GR50 están identificados y numerados del 17.1 al 17.44 (placa colocada en el poste de bandeja direccional/informativa o balizas con código numérico). Siga siempre las marcas del GR50 y las señales que indican la dirección “Outeiro”.
Después de visitar la simpática aldea de Sirvozelo, salimos por el camino rural en el lado este del lugar, acompañando los muros de piedra suelta que delimitan los lameiros[2], girando a la derecha en el último campo cercado siguiendo la senda adyacente. Pasamos una zona de matorrales y robledal y comenzamos a ver el espejo de agua del embalse de Paradela. Cruzamos la carretera y continuamos acompañando una estructura en concreto para contención del agua del embalse, hasta entrar en un camino que nos llevará nuevamente a la carretera, junto al dique principal de la presa de Paradela. Desde el parque adyacente al dique podemos apreciar la forma distinta de construcción de esta presa, del tipo “enrocado”, con dique hecho de rocas acumuladas a granel.
Después de cruzar el dique de la presa, entramos en un camino estrecho, entre los camecíparis, donde destacan unos escalones en granito, cubiertos de musgo, pasando en antiguas instalaciones de apoyo a los funcionarios de la EDP, y unos metros más adelante estaremos de nuevo en la carretera, en el lugar de Paradela do Rio, la aldea que dio nombre a la presa. Para conocer Paradela hay que entrar en el lugar y recorrer las calles del núcleo más antiguo, porque no se conoce la genuina aldea desde la carretera.
De Paradela seguimos para Loivos, entrando en el primer camino a la izquierda, después de pasar la rotonda. Seguimos el camino paralelo a la carretera municipal y, en poco tiempo, contornamos el mosaico de lameiros y de campos de Loivos, desde donde contemplamos el fantástico paisaje que nos rodea. En la aldea los pormenores rurales retienen nuestra atención. Salimos del lugar por la Rua da Pala en dirección a Fiães do Rio, siempre por caminos agrícolas que atraviesan la extensa área de campos y lameiros, cruzando también algunos pequeños bosques de roble. En Fiães do Rio se repite la riqueza cultural y la diversidad paisajística proporcionada por la mancha autóctona de robledal, los lameiros y el mosaico agrícola. Salimos del lugar tomando un antiguo camino que aún guarda vestigios de una vieja calzada, que nos lleva hasta el puente de madera que cruza el río Cávado.
Se sigue la subida hasta Paredes do Rio, siempre por una senda o camino agrícola, en una pendiente repleta de robledales y lameiros. La ruta no entra propiamente en el interior de la aldea, pero se recomienda que haga un desvío para conocer una de las aldeas más tradicionales del Parque Nacional, en donde podemos visitar el conjunto de molinos de agua, las antiguas estructuras de regadío y el batán.
Por fin seguimos para Outeiro, saliendo de Paredes do Rio por la Rua da Cruz, el camino superior a las alminhas[3] que están en el crucero. Recorremos el camino estrecho rudamente asfaltado y que después se convierte en una pista de tierra, cruzando áreas de lameiros en mosaico con robledales. Más adelante este camino enlaza con otro por el que pasamos seguidamente en dirección al lugar de Outeiro, que conseguimos ver desde el local, tal como el embalse de Paradela, encimada por las vertientes graníticas de la sierra de Gerês. Un poco más adelante encontramos la carretera municipal, de la que nos desviamos justo después junto a un abrevadero, continuando por el camino rural empedrado que nos lleva a la entrada de Outeiro. Junto a la bonita Iglesia de Outeiro podemos bajar al interior del lugar, en donde nos espera un núcleo rural muy bien preservado, con muchas construcciones con su estilo original y varios elementos del patrimonio colectivo, como la era, las fuentes, el lavadero y el abrevadero. La actividad económica más importante para esta comunidad sigue siendo la exploración de ganado bovino, en complemento con la agricultura y el ahumado tradicional. Más recientemente han surgido iniciativas relacionadas con el turismo, ofreciendo nuevos servicios a los turistas que vienen a disfrutar del extraordinario paisaje y la harmonía del lugar.
[1] Barroso o Tierras de Barroso, es el nombre tradicional de la región formada por los municipios de Montalegre y Boticas
[2] pastizales seminaturales húmedos de regadío
[3] Petos de Ánimas (en Galicia)