La etapa se desarrolla entre Cabril y Sirvozelo, a lo largo de 16,5 kilómetros, pasando por varias poblaciones que nos desvelan la riqueza de la sierra y la cultura de las comunidades del barroso[1]. Es una etapa particularmente larga, pero puede recorrerse durante varios días, pues pasa por algunas localidades donde existen servicios de alojamiento, entre otros.

Esté atento a las marcas y a la señalización vertical del GR50, pues van a surgir varios cruces y bifurcaciones a lo largo de la etapa, así como otros senderos marcados. Los soportes de señalización vertical del GR50 están identificados y numerados del 16.1 al 16.73 (placa colocada en el poste de flecha direccional/informativa o en balizas con código numérico). Siga siempre las marcas del GR50 y las señales que indican la dirección “Sirvozelo”.

Comenzamos la caminata en el centro de la Villa de Cabril, junto al Largo 1º de Maio, en donde aún están preservadas la antigua fuente y el lavadero de la comunidad. Seguimos hacia el norte, por la carretera asfaltada que cruza el lugar, cambiando de dirección después de pasar el café Águia Real, donde entramos en una rampa con pasamanos metálico que surge a nuestra derecha. Después de pasar los escalones seguimos nuevamente a la derecha, subiendo la pendiente por sendas y pistas forestales. Recorremos aproximadamente un kilómetro, pasando por áreas forestadas y de matorrales, hasta llegar a una zona de campos cultivados en donde cambiamos de dirección. Tomamos el camino a nuestra derecha hacia el sur, recorriendo la costa de S. Lourenço hasta invertir nuevamente la dirección, desviando en el camino a la izquierda junto a la encrucijada donde existen unas Alminhas[2]. Continuamos y unos 600 metros más adelante entramos en el camino agrícola que nos lleva al lugar de S. Lourenço.

Después de visitar S. Lourenço, en donde podemos apreciar las casas de arquitectura tradicional, la era comunitaria, los hórreos, las fuentes, el lavadero y la capilla, retomamos la ruta, saliendo de la aldea por el camino empedrado de la Rua da Tapada, que rápidamente se transforma en una senda. Continuamos hacia el norte, cruzando bosques de pinos y matorrales, teniendo como escenario el valle del arroyo de Cabril y la sierra de Gerês. Más adelante llegamos a otro camino, en una especie de encrucijada junto a las ruinas de la antigua almazara de S. Lourenço. Continuamos pasando enfrente a la vieja almazara y 200 metros después desviamos en el camino que se abre a nuestra izquierda y que nos lleva al encantador lugar de Chelo. Pasamos el Largo do Rigueiro donde permanecen el crucero, la fuente y el lavadero, saliendo de la aldea por el camino en el extremo norte del lugar y entrando después en la pista que nos lleva a la ladera del Foso de Lobo de Xertelo. Continuamos con la excelente perspectiva del valle de Cabril y Penedias da Serra.

Subimos la pendiente del foso de Xertelo por el lado naciente hasta llegar al punto donde convergen los grandes muros de piedra, próximo del foso. Después de la penosa subida, tenemos la oportunidad de descansar y de apreciar el magnífico Foso de Lobo de Xertelo, antes de seguir para la aldea. En Xertelo, en donde las pocas familias aún dependen de la agropecuaria, podemos apreciar la profunda rusticidad del Barroso. Recorremos la aldea por la calle que está en la parte superior del lugar, tomando el camino de la Rua da Cortinha, junto a la Capilla de Xertelo, para salir del pueblo y tomar la senda que nos llevará a la carretera municipal. Aquí giramos a la izquierda, seguimos unos 300 metros por la carretera hasta girar a la derecha siguiendo la senda que corta camino para el lugar de Azevedo, un verdadero mirador para el valle del río Cávado.

En Azevedo nos encontramos con los mismos trazos de los otros lugares de Cabril. El mismo tipo de casas, la capilla de arquitectura semejante, las calles, la misma rusticidad. Llama la atención el edificio de la antigua escuela primaria, señal de que ¡ya existieron más niños en esta aldea! Salimos de la aldea por el extremo norte, subiendo la pendiente por un camino que nos coloca nuevamente en la carretera asfaltada. Después de pasar el cementerio, desviamos a la derecha en la calzada para entrar en Lapela, recorriendo una zona de lameiros[3]. Otro lugar típico del Barroso, con las casas tradicionales, capilla, tanque comunitario y la habitual plaza con el crucero, con fuente y abrevadero para los animales. En la aldea merece destaque la Casa Cabrilho, en donde habrá nacido el navegador portugués João Rodrigues Cabrilho, supuestamente el primer europeo a desembarcar en el actual Estado de California.

Salimos de la aldea por un camino entre campos agrícolas y comenzamos a bajar para el torrente de Trás da Meda, cruzando el arroyo en el puente de madera. Continuamos el camino, con el río Cávado a nuestra derecha, y en breve atingimos el arroyo de las Cavadas, en donde podemos hacer un pequeño desvío para conocer la famosa cascada de Cela Cavalos, descansando un poco antes de iniciar la subida para Cela. De nuevo en la ruta, nos espera una subida de 1,5 kilómetros hasta llegar a la Capilla de Santa Luzia, ubicada en un local aislado y con una vista libre hacia el valle del río Cávado. En pocos metros llegamos a la bella aldea de Cela, donde nuevamente nos esperan bonitas casas de granito, la plaza con el crucero, el abrevadero y el lavadero. Salimos del lugar por la calzada que surge a la derecha de la calle principal (en asfalto), bajando hasta pasar un pequeño arroyo, para después hacer la última subida hasta Sirvozelo, en donde terminamos esta larga caminata. El cansancio no nos impedirá de visitar esta fantástica aldea, en donde grandes bloques graníticos se confunden con las casas y viejos robles centenarios se agigantan.

[1] Barroso o Tierras de Barroso, es el nombre tradicional de la región formada por los municipios de Montalegre y Boticas

[2] Petos de Ánimas (en Galicia)

[3] Pastizales seminaturales húmedos de regadío